Se reactivó el servidor de caché DNS y Web, que había permanecido inactivo por falta de hardware adecuado.
Para su puesta en funcionamiento, se incorporaron discos de mayor capacidad y se amplió la memoria RAM, permitiendo mejorar el rendimiento general y aprovechar de forma más eficiente los recursos de red.

Este servidor, basado en sistema operativo Linux, ahora cumple la función de almacenar en caché las consultas DNS más solicitadas por los usuarios.
De esta manera, las peticiones ya no necesitan resolverse constantemente a través de servidores externos —lo que antes generaba demoras y consumo adicional de ancho de banda—, sino que son atendidas localmente, acelerando la navegación y optimizando el uso del enlace principal de Internet.

La reactivación de este sistema representa un avance importante en la gestión interna del tráfico de datos, mejorando la velocidad de acceso a los sitios más frecuentes y brindando una experiencia de conexión más ágil y estable para toda la red.

Infraestructura de servidores

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